La opción de atravesar Bielorrusia nos apetecía mucho desde un principio, aunque las dificultades para conseguir los visados y la inestable situación política nos hicieron desistir. La ruta de ida fue ésta :
A destacar : Los paisajes Eslovenos, el lago Balaton en Hungría, los Cárpatos, las zonas rurales ucranianas, los bosques de Bransk, las llanuras rusas, volver atrás en el tiempo, San Petersburgo...
Ojo con : Las carreteras ucranianas y rusas, los insectos tamaño jabalí, las grandes ciudades, los animales sueltos en las pequeñas poblaciones...
La ruta de ida supuso la parte más dura y aventurera del viaje, y la que nos dejó mejores recuerdos.