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 Jornada 12

Creado por Toni el 7/12/2006





Después de pagar el hotel y la excursión (muy barato por cierto) hemos salido de San Petersburgo en dirección a Estonia. Esto nos preocupaba bastante por la nula presencia de carteles indicativos, pero ha sonado la flauta y en 5 minutos estábamos fuera de la ciudad y rumbo a Tallin.

Cuando llevábamos unos 140 Km de motocross por la 'carretera' nos hemos vuelto a topar con nuestros amigos de la Militzia. Nos han parado por ir a más de 90 en una zona de 50, siempre según su teoría ya que, claro está, no había ninguna señal al respecto. Esta vez casi nos acojonan porque querían llevarnos a la comisaría de San Petersburgo, pero cuando les hemos hablado de 'aflojar la mosca' la cosa ha cambiado e incluso se han vuelto simpáticos. La broma nos ha costado 100 euros y nos han dejado seguir nuestro camino. Para el próximo viaje tenemos que acordarnos de preparar una partida para sobornos y robos por parte de la policía.




Ya en la frontera nos esperaba otro numerito. El primer día que dormimos en Rusia la dueña de la gastinitza no nos quiso sellar la tarjeta de inmigración. Por tanto había una noche en que las autoridades rusas no sabían donde habíamos dormido, y es un tema que controlan bastante. Aparentemente no se han cuenta de ésto, pero ha salido un militar joven (con una gorra de plato que cabían cuatro debajo) y ha estado diez minutos haciéndonos un interrogatorio. Que si a qué países íbamos, que por cuáles habíamos pasado, que por qué entramos desde Ucrania, que por qué íbamos en moto... En fín, bastante 'soviético'. Incluso ha retenido el pasaporte de Pablo porque tenía un sello que los nuestros no tenían. Cuando nos ha dado el ok para salir ha sido un respiro.

Nos ha aliviado mucho entrar en Estonia y dejar atrás ese mundo gris. Lo lamentamos de verdad por la gente de allí que no tienen ninguna culpa de lo que les ocurre.

Estonia ha sido un soplo de aire fresco. Paisaje ondulado, verde, con carreteras sin los baches tan grandes. La gente vuelve a sonreir y no hay ninguna "fuerza represiva" asustando a la gente por la calle. Y entienden inglés ! Hemos almorzado a pie de playa a la orilla del Báltico.

Nos hemos comido unos 10 Km más de off-road. La carretera que teníamos marcada en la ruta está en obras y era todo grava gruesa. Agotador. Llevamos unos 3000 Km de ruta durísima. Pau y yo hemos tenido que tensar las cadenas. En Hungría bajamos la dureza de las suspensiones y de momento las dejamos igual.




Dormimos ya en Letonia, en un cámping situado en una antigua pista de esquí y que hemos encontrado por casualidad. Muy bonito.


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